Son los
videojuegos basados en el género de terror, los cuales están orientados en
provocar inquietud, temor e incluso miedo. Son un sub-genero dentro de los de
acción y aventura que utilizan estereotipos y recursos estéticos y narrativos
de novelas y películas de terror potenciados ya que es el jugador que
interactúa.
Desde un
punto de vista narrativo sitúa al usuario en un escenario lúgubre,
claustrofóbico… ya se sabe de esos que dan miedo y que por lo general suelen
estar poco iluminados y del que se sabe poco y obligando al jugador a avanzar por
el con algún pretexto mientras le acechan criaturas que quieren acabar con el
con aspecto terrorífico. A medida que se va avanzando por la trama se
encuentran notas, audio, libros, etc. que te van desvelando la trama.
Otro
elemento que lo define es que el combate suele estar minimizado o directamente
no existir, obligando al jugador a esconderse y utilizar el sigilo para poder
sobrevivir a los horrores que le hostigan. Además también tiene puzzles que se
han de resolver para seguir avanzando por la trama.
Algunos
ejemplos de este tipo de juegos vendrían a ser: alone in the dark, la saga
residente vil hasta el code veronica, los silent hill, los fatal frame y el
juego que nos ocupa en el programa de hoy Alan Wake.
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